Dentro de la «historia de Curavacas» hay un capitulo no muy lejano en el tiempo del que he conseguido información novedosa y desconocida por la mayoría.
En el artículo que redacté hace unos meses sobre «La Cruz de los Barruelanos en Curavacas» [Enlace] relataba la historia de las cruces de «Los faquires» (pared noreste) y la de «Los Barruelanos» (cumbre). Al hablar de esta última, comentaba que hasta su colocación en 1958 solamente había habido en la cumbre un buzón de madera depositado por Alejandro Diez Riol y otros compañeros en 1953 y el primer vértice geodésico levantado por Siñeriz en 1909.
Pues bien, según mis informaciones el segundo objeto instalado en la cumbre de Curavacas es una Virgen de las Nieves de la cual paso a contar brevemente su azarosa historia.
Para situarnos en el contexto histórico de la época, recordar que en el año 1957 ha ocurrido el trágico accidente de los Faquires y que el montañismo palentino está sumido en una gran «depresión». Palencia es una provincia pequeña y el accidente ha calado hondo en la memoria colectiva. Hacer montaña en esta época está «mal visto» y los pocos montañeros que perseveran en su afición tiene que realizar unas actividades en general de baja intensidad para lo que serían sus gustos. También mencionar la extraordinaria influencia de la Iglesia Católica en aquellos años en todos los aspectos de la vida, entre los que se incluyen como es lógico, el montañismo.
En este contexto se realiza la colocación de la Cruz de los Faquires (1957), la de los Barruelanos (1958) y en el año 1964 la primera Virgen de las Nieves.
Los promotores de la idea son Miguel Ruiz Ausín y su grupo de camaradas entre los que se encuentra su inseparable amigo Angel Ramos. Unos años antes en una excursión por la zona norte de Curavacas, este grupo ha conocido al Tío Vicente, pastor lebaniego que pasa los veranos con su ganado en los alrededores del Pozo de Curavacas, donde incluso tiene un chozo que lleva su nombre. En estas conversaciones se habla de la posible instalación en lo alto de la montaña de una Virgen de las Nieves que sería bien vista por él, que en aquella época se le denominaba «el dueño de la peña». (Fotografías 1, 2 y 3)

Fotografía 1.- El Tío Vicente en los años 50 cuando se le llamaba “el dueño de la peña”. (Colección Alejandro Diez Riol)

Fotografía 2.- El hijo del Tío Vicente en la década de los noventa junto a Alejandro Díez Riol y otro amigo al pie de la Aguja del Pastel. (Colección Tente Lagunilla)

Fotografía 3.- La casualidad hizo que en el año 2016 de regreso de una actividad en Potes, contratásemos al nieto del Tío Vicente que en la actualidad tiene un taxi en esta localidad. (Colección Tente Lagunilla)
En 1963 cuaja la idea y se encarga la realización de la imagen a la entonces joven promesa de la escultura Nino Barriuso (Saturnino Gutierrez Barriuso, Palencia 1939). Es discípulo de Mariano Timón, del que en la actualidad guarda muy buen recuerdo. La escultura es una talla de piedra blanca, en dos piezas más la peana que hace de base, con un diseño muy vanguardista para la época, sin huecos profundos para que el agua y el hielo no hagan estragos en la piedra. La realiza en los talleres de Gerardo Garcia. El contacto con el escultor es habitualmente Angel Ramos. El trabajo será remunerado, pero es una lástima que nadie recuerde la cantidad acordada.
El día 14 de agosto de 1964 una expedición numerosa duerme en Triollo. Todavía no hay carretera asfaltada hasta Vidrieros.
Al amanecer del día 15 (día de la Virgen de Agosto) inician la ascensión con la pesada carga. La Virgen pesa 110 Kg. La suben en burro hasta el collado del Hospital, donde el dominico padre Santa María dice misa. (Fotografías 4 y 5)

Fotografía 4.- Misa oficiada en el Collado del Hospital por el dominico Padre Santa María. (Colección Andres Ceresa)

Fotografía 5.- El Padre Santa María diciendo misa en el Collado del Hospital. (Colección Andres Ceresa)
En el collado, pasan las dos piezas de la Virgen a dos angarillas de madera construidas al efecto y acometen la ascensión por el Callejo Grande por el que suben con gran esfuerzo relevándose con las cargas. (Fotografías 6, 7 y 8)

Fotografía 6.- Ausín y otros amigos subiendo la Virgen por el Callejo Grande. (Colección Miguel Ruíz Ausín)

Fotografía 7.- El numeroso grupo de voluntario en la última parte del Callejo Grande subiendo la pesada carga en las angarillas de madera. (Colección Miguel Ruíz Ausín)

Fotografía 8.- La carga hay que transportarla entre cuatro y dar relevos. Incluso se llevan cuerdas que finalmente no tiene que ser utilizadas. (Colección Miguel Ruíz Ausín)
Llegan a la cumbre después de cinco horas desde su salida de Triollo y allí se congrega un gran número de personas: el padre Santa María (Fotografía 9), el escultor Nino Barriuso (Fotografía 10), Ausín, Angel Ramos, Alejandro Díez Riol, Josefina, Andres Ceresa, Callejo, Urgellés, Herreros, Jose Angel Terán y su mujer, Cuesta, María Jesus, Julio González (cuñado de Redondo), lugareños de Vidrieros y Triollo… Hasta un perro, «Pikolín». (Fotografía 11)

Fotografía 9.- En la cumbre de Curavacas. El Padre Santa María bendiciendo la Virgen. En primer término Alejandro Diez Riol, sentada su mujer Josefina. Tras ella, de pie Ausín…. (Colección Andres Ceresa)

Fotografía 10.- Nino Barriuso, el escultor, junto a su obra recién colocada en la cumbre de Curavacas. (Colección Andres Ceresa)

Fotografía 11.- Obras de colocación de la escultura. Abajo a la derecha y casi tapado, el garrafón donde se subió el agua para la masa. (Colección Andres Ceresa)
En la cumbre se coloca la base y las dos piezas de la escultura siendo bendecida por el dominico. Afortunadamente hay una buena colección de fotografías de ese día principalmente de Ceresa, Ausín y Alejandro.
De bajada algunos duermen en un pajar y al día siguiente se dice otra misa en el pueblo. Urgellés (después médico en Saldaña) Herreros y Barriuso no asistirán, lo que provoca cierta tensión con el cura y algún otro. Se bañan en el molino de Triollo.
El escultor, Nino Barriuso, desarrolló su vida laboral en el País Vasco, donde trabajó como profesor en la Escuela de Enseñanzas Artesanales del Deba y en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad del País Vasco. En la actualidad está jubilado y tuve la oportunidad de charlar con él hace unos meses para preguntarle sobre sus recuerdos de la Virgen de las Nieves y su colocación. Como curiosidad, después de esa ascensión, no volverá a subir nunca a Curavacas. (Fotografía 12)
El 19 de agosto, cuatro días después de su colocación, asciende a Curavacas un numeroso grupo de Barruelo, entre los que están Abilio Rodríguez Presa y Jesús Solana Monteálvaro, dos de los tres (falta Luis Angel Solana) que han colocado seis años antes la Cruz de los Barruelanos en esa misma cumbre (Fotografía 13). En ese grupo también está Angel Torices, cura de Barruelo en aquellos años y que a día de hoy sigue siendo el cura de esta localidad. Por supuesto se hacen fotos con la recién inaugurada Virgen de las Nieves. (Fotografía 14)

Fotografía 13.- Abilio Fernandez Presa y Jesús Solana Monteálvaro junto a la primera Virgen de las Nieves el 19 de agosto de 1964, cuatro días después de su inauguración. (Cortesía de Fernando Cuevas. Archivo de Barruelo)

Fotografia 14.- Angel Torices, cura de Barruelo ese mismo día junto a la Virgen. A la derecha una persona con las angarillas de madera donde se subió la escultura días antes y que dejaron en la cumbre. (Cortesía de Fernando Cuevas. Archivo de Barruelo)
Esta hermosa y primera Virgen de las Nieves, como veremos a continuación, estaría hasta el año 1979 en su emplazamiento y nunca sabremos si su desaparición fue debida a fenómenos naturales o a la acción de los humanos.
En 1965 en una ascensión de Ignacio Rebolledo y algunos amigos la Virgen sigue en pie. (Fotografia 15)
También en 1970 podemos verla intacta en una ascensión de Andrés Ceresa. (Fotografía 16)

Fotografía 15.- Ignacio Rebolledo y otros amigos en la cumbre de Curavacas en 1965. (Cortesía de Fernando Cuevas. Archivo de Barruelo)

Fotografía 16.- Andres Ceresa y varios amigos en la cima en 1970. La Virgen sigue intacta seis años después de su colocación. (Colección Andres Ceresa)
En el invierno de 1977 cuando se realiza la primera invernal palentina a la Vía Diagonal la Virgen continua allí (Fotografía 17), así como ese mismo verano en mi primera ascensión a Curavacas. (Fotografía 18)

Fotografía 17.- Cumbre tras la primera invernal palentina de la Vía Diagonal. Seis de marzo de 1977. Jose Manuel Gonzalez Zarzosa (Zarza), Emilio del Campo, May Castro, Fernando Carro (agachado) y Juan Jose Villacorta Castro (Aspi). (Colección Jose Manuel Gonzalez Zarzosa)

Fotografía 18.- Mi primera ascensión a Curavacas, cuatro de agosto de 1977, dentro de las actividades del campamento del Movimiento Junior en Vidrieros. Todo el grupo alrededor de la Virgen en perfecto estado. Podría citar los nombres de todo el grupo, pero no es el caso… Dos días más tarde junto a Luis María Ramos y Javier Porras, ascenderíamos por la Diagonal. (Colección Tente Lagunilla)
En agosto de 1978 Fernando Pollos se fotografía junto a la escultura que sigue impecable, (Fotografía 19) sin embargo en la fotografía que nos hicimos Aspi y yo el 10 de junio de 1979 tras realizar la primera ascensión del Corredor Angel Villan no aparece la Virgen, lo que hace suponer que ya había desaparecido. (Fotografía 20)

Fotografía 20.- Cumbre tras la primera al Corredor Angel Villan el 10 de junio de 1079. Posiblemente ya había desaparecido la Virgen. (Colección Tente Lagunilla)
En una fotografía de los burgaleses Carlos Sainz Varona y Jesus Gonzalez Maestro «Chin» a finales de los setenta, se pueden ver en el suelo las dos piezas de la Virgen ya rota (Fotografía 21), pero que todavía permanecen en la cumbre y en otra foto perfectamente fechada el 19 de marzo de 1984, retraté a Angel y Cesar sentados en la peana de la Virgen constatando ya la desaparición de la misma. (Fotografía 22)

Fotografía 21.- Carlos Sainz Varona y “Chin” junto a las piezas ya rotas de la Virgen. Finales de los setenta… (Colección Carlos Sainz Varona)

Fotografia 22.- 19 de marzo 1984. Cesar Tome y Angel Villan sentados en la base de la Virgen que ya ha desaparecido de la cumbre. (Colección Tente Lagunilla)
El día 28 de julio de 1985, se coloca la segunda Virgen de las Nieves en la cumbre de Curavacas. Esta es de bronce y es una figura comprada en una tienda de mármoles y lápidas. Cuesta 25.000 pesetas y la paga la Caja de Ahorros a petición de la Federación Palentina de Montañismo de la cual es presidente Jesús Durántez. La bendice en la cumbre el padre Cardeñosa del colegio San Agustín de Palencia y colaboran en su colocación Ezequiel Nava, Fernando Pollos, Antonio Herrero, Crucita, David Herrero… y muchos otros.
Como se ve en las fotos, se coloca junto a la base de la anterior escultura que todavía resiste en la cumbre. (Fotografía 23)
Prácticamente justo cinco años después, en julio de 1990, la familia Pollos se encuentra rota la virgen en la cumbre. Alguien la ha golpeado con una piedra y arrancado de su base. También tiene las manos rotas. Se la bajan y se lleva a casa de Ezequiel Nava, quien se encargará de su restauración a título personal. (Fotografía 24)

Fotografía 23.- Segunda Virgen de las Nieves colocada el 28 de julio de 1985 junto a la base de la anterior. (Colección Fernando Pollos)

Fotografía 24.- Agosto de 1990, la Virgen y la Cruz de los Barruelanos han sido arrancadas. (Colección Tente Lagunilla)
Posiblemente en esa ocasión, la misma persona ha arrancado de su base la Cruz de los Barruelanos, que en una ascensión posterior esconderé cerca de la cima por miedo a que al estar suelta desaparezca por alguna ladera, lo que posiblemente sucedió a las dos piezas de la primera Virgen de piedra.
En los meses siguientes Ezequiel se toma como asunto personal la restauración y recolocación de la Virgen. Contacta con su antiguo profesor de modelado de la Escuela de Artes y Oficios, el escultor Luis Alonso, que modela las manos en arcilla. Posteriormente se pasan a cera y tienen que recurrir a un artesano de 78 años, Vivencio, que tiene una fundición en su casa para que funda las manos en bronce. Ezequiel fija las manos a la figura, construye una pirámide de acero galvanizado para que sirva de protección y rediseña el buzón de la base. Aprovechando la ocasión se colocan las manos en diferente posición para que sean menos frágiles.
El 19 de julio de 1992 coincidiendo con un campamento del Club Fuentes Carrionas en Vidrieros, se prepara una «expedición» para subir la Virgen, la pirámide y todos los materiales necesarios para su instalación. (Fotografía 25) Aprovechando estos materiales y la mano de obra, se coloca de nuevo la tradicional Cruz de los Barruelanos que yo había escondido para su protección años atrás y se quita la base de la primera Virgen de piedra.
En esta «recolocación» participa un gran número de personas entre las que me incluyo. (Fotografía 26)

Fotografia 25.- Ezequiel Nava junta a la Virgen restaurada y vuelta a colocar el 19 de julio de 1992. (Colección Ezequiel Nava)

Fotografía 26.- El 19 de julio de 1992 un numeroso grupo de montañeros asistentes al campamento del Club Fuentes Carrionas, colocando la tercera Virgen de las Nieves y la Cruz de los Barruelanos. En el suelo, las bolsas con cemento, arena… botellas de agua para las masas… (Colección Ezequiel Nava)
Cuatro años mas tarde, en concreto el día 13 de enero de 1996, dos burgaleses, Abaín Puertas y Alfonso Vicente, pierden la vida en un accidente en Curavacas. En una de las batidas de búsqueda (sus cuerpos no aparecieron hasta el verano) se descubre que ha vuelto a desaparecer la Virgen de las Nieves. Esta vez la cosa no cabe duda que ha sido premeditada. Han tenido que subir una sierra para cortar tres de las cuatro patas de la pirámide y tanto pirámide como imagen han desaparecido. Nunca se supo ni del paradero de la Virgen, ni de los autores del hecho. (Fotografía 27)
Unos años mas tarde Ezequiel intentó mover de nuevo la colocación de otra Virgen. Incluso se realizaron varios bocetos, pero esta idea no llegó a materializarse nunca. (Fotografía 28)

Fotografía 27.- En enero de 1996 se descubre que nuevamente ha desaparecido de la cumbre la “tercera Virgen”. Solo permanece la base y el buzón. (Colección Tente Lagunilla)

Fotografia 28.- Boceto de un proyecto de “cuarta Virgen de las Nieves” que nunca llegó a materializarse. (Colección Ezequiel Nava)
Actualmente en la cumbre está la base, los arranques de la pirámide y el buzón; el único que hay en la cumbre pues el que tenía la Cruz de los Barruelanos desapareció entre los años 1996 y 2000.
La verdad es que la cumbre está cada vez más fea. El vértice geodésico caído, dos cruces, una placa, la base de la pirámide con todo su cemento… En mi humilde opinión, habría que consensuar alguna actuación que devolviera a la cumbre el aspecto alpino que se merece.